RAFAELA Mª: MUJER CONVENCIDA Y LIBRE

Quizás estemos acostumbrados a poner detrás del nombre de Rafaela Mª otros calificativos: mujer de paz y fiesta, mujer humilde, confiada…pero hoy,  quiero invitaros a descubrir este matiz de su personalidad que puede ser iluminador para nuestro hoy.

En un mundo donde cada vez más vemos personalidades que se desploman, donde las convicciones ya no existen, donde el dinero, la fama o el poder se han adueñado del corazón humano y se han convertido en los tiranos de su destino, mirar a Rafaela Mª puede ser cómo encontrar un faro encendido en la mar oscurecida.

¡Ella fue una mujer de convicciones profundas, una convencida!. Convencida hasta la médula del profundo amor que Dios le tenía. Un amor sentido con fuerza, con sentimiento: “me quiere como Padre tierno”, con singularidad y preferencia: “como a la niña de sus ojos”. Un amor que sostiene sus horas más oscuras y amargas: “Dios queda y a quien en Él confía nada le falta”. Un amor que la fortalece en la incomprensión, el rechazo y la hace libre para decidir entrar por los caminos intransitables que su Señor le pone por delante.

Ese Amor es su raíz, el mástil de su tienda, el agua de su pozo, el cimiento de su vida. Porque se sabe amada es LIBRE, se lanza al vacío de lo desconocido al principio de su llamada, al vacío de la desobediencia a quienes la quieren meter en otros moldes que no son los de Dios para ella; al vacío de la soledad, del olvido…al vacío del sinsentido aparente. Pero ella sabe que está en buenas manos, que siempre , por alto o duro que sea su vuelo va a caer en una red que la sostiene, la lanza, la sana y repara su corazón para que un día más, en cada detalle pequeño, con una nueva sonrisa pueda amar en concreto todo y a todos.

Este es el inmenso secreto de su vida. Podríamos preguntarnos cuál es el nuestro. ¿Dónde está nuestra raíz, nuestro mástil, nuestro pozo?.Porque si no están cimentados en la roca del amor de Dios por nosotros, nada somos y nada podemos.

¡Rafaela Mª , enséñanos a abrir nuestro corazón al Amor, a dejarnos seducir y reparar por Él, a reposar nuestra vida en su regazo, para lanzarnos a caminar por esos caminos que Él tiene para cada uno de nosotros!