Hace tan sólo unos días hemos celebrado la vida de Santa Rafaela y hoy quería traer una reflexión sobre esta frase suya -que expresa su actitud en la vida- tan necesaria en nuestras vidas.
“Que toda nuestra vida sea una continua acción de gracias” Santa Rafaela María.
Cada vez más, la sociedad nos invita a defender nuestros derechos, a luchar por aquello que deseamos, a soñar con grandes logros… y no es que esto sea malo, por supuesto, pero creo que poco a poco nos vamos olvidando de algo tan básico como agradecer.
Agradecer aquello que somos. Agradecer el camino recorrido hasta el aquí y el ahora. Ese camino que en ocasiones puede haber sido difícil, incómodo, pero que con seguridad nos ha ayudado a crecer. Agradecer aquello que esté por venir, aunque sea duro a veces, porque si sabemos de verdad aprovecharlo, nos irá convirtiendo en mejores personas.
Agradecer lo que tenemos, más allá de lo que queremos o pensamos que necesitamos. Sí, porque muchas veces el deseo de conseguir lo que otros tienen o lo que nos hacen creer que necesitamos, nos impide disfrutar de lo que ya tenemos y creedme, es mucho.
Agradecer, sobre todo, a quienes tenemos. Esas personas que nos acompañan en el día a día, en los grandes acontecimientos y en las pequeñas circunstancias de la vida cotidiana. Agradecer a quien nos mira con cariño, a quien no escucha con atención, a quien nos atiende en nuestras necesidades… y por supuesto, corresponder…
Y todo esto, siendo consciente de que cada momento, cada persona, cada cosa… todo y todos los que nos rodean, son el regalo que Dios nos hace cada día.
¡No nos olvidemos de darle las gracias!
G.M.