Siempre es un buen momento para cenar con la familia. El problema es conseguir coincidir todos. Y eso nos ha pasado este año en Grupos ACI de Entrevías. Habíamos planteado quedarnos a dormir los monitores en el colegio en el mes de febrero. Después lo aplazamos para finales de abril y así aprovechar y despedirnos de las Esclavas que se iban a Roma por esas fechas. Y al final (¡por fin!) conseguimos fijar la fecha en el viernes 4 de mayo.
Nos quedamos monitores y premonitores, con el fin de empezar a tratarnos como iguales y a crear lazos más allá de nuestra relación monitores-testigos.
Comenzamos la tarde haciendo una dinámica de reflexión con frases de Santa Rafaela. Con ellas buscábamos dónde nos estaba llamando el Señor a comprometernos. En la reconciliación, en el servicio, en la gratuidad…
Después de esto, fuimos a la capilla y, siguiendo el estilo más puro de nuestra Fundadora, tuvimos una Adoración junto con la comunidad. Con el Santísimo delante se nos hizo más fácil comprometernos y «Dar la vuelta» allá donde se nos necesita.
Tras la cena y un rato distendido de charla y juego, nos pusimos los pijamas y estuvimos viendo películas hasta bien tarde.
A la mañana siguiente recogimos todo y nos fuimos. Sin duda, siendo conscientes de que no somos unos monitores habituales. Somos monitores ACI. Y allá donde vayamos se debe notar. Debemos hacernos visible siendo personas de paz y fiesta, amando hasta el extremo y sin que nos pese, adorando y sirviendo siempre.