El último día de este intenso camino tuvo premio en la playa de Plenzia (Bilbao). Hizo un día excelente, con un sol radiante.
Por la tarde nos tomamos tiempo para re-cordar y poner por escrito el camino interior que cada uno hizo. Acabamos con la mítica fiesta de los campamentos…
Gracias a Dios por lo vivido y por todos los que lo habéis hecho posible.
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